Jueves Santo

Las capas pardas alistanas, o capas de chivas, y el cántico del Miserere, cuya letra se atribuye a Fray Diego José de Cádiz (siglo XVIII), son los protagonistas del ritual del Jueves Santo en la Semana Santa de Bercianos de Aliste.

Eucaristía y Procesión del Santo Cristo o de La Carrera

La jornada del Jueves Santo arranca a primera hora de la tarde con una eucaristía en la iglesia de San Mamés. Los cofrades hombres acuden al templo vistiendo la tradicional capa parda alistana. Cada uno de ellos recibe un hachón con una vela en su interior, que portarán durante la procesión que sigue al oficio religioso.

 

Cofrades con capa parda alistana en el interior de la iglesia de Bercianos de Aliste

 

Una vez terminada la eucaristía, el cortejo comienza a salir de la iglesia en orden: primero los mozos del pueblo con los pendones o estandartes; a continuación los cofrades de capa, presididos por el hermano que ostente el cargo de Juez de la cofradía, y, con ellos, algunas de las insignias de la hermandad; y, por último, los sacerdotes presentes y el resto de los asistentes.

La procesión de La Carrera se dirige a la zona alta de la localidad, conocida como el Calvario, en su particular Vía Crucis señalizado por doce cruces de granito. Durante el desfile cantan el Miserere, los cofrades de capa las estrofas en latín y, el resto del pueblo, las correspondientes en castellano. Una vez en el Calvario, depositan el Cristo de la Cofradía – una pequeña talla de madera que representa a Cristo crucificado – ante 3 cruces de granito y combinan el rezo de 5 Padrenuestros con el cántico de Las Cinco Llagas. A continuación, la comitiva emprende el camino de regreso al templo de nuevo con el sonido del Miserere.

Jura de nuevos cofrades

Finalizada la procesión del Santo Cristo o de La Carrera, el Juez de la cofradía congrega a todos los hermanos para anunciar el nombre de quienes han solicitado entrar a formar parte de la misma. Por otra parte, quienes lo solicitaron el año anterior pasan a jurar su nuevo estatus con un sencillo beso en la vara que sostiene el párroco. El acto termina con el anuncio más esperado de todos, el que se repite de forma casi invariable desde hace siglos: “Mañana habrá Santo Entierro como otros años”.

Hora Santa

Los cofrades, hombres y mujeres, acuden el Jueves Santo por la noche a la iglesia para honrar el altar conocido como Monumento y sumirse en una hora de recogimiento y reflexión. Este es el primero de los actos de la Semana Santa de Bercianos que se anuncia con el sonido de la matraca, y no con el repique de las campanas, que ya no volverán a sonar hasta la noche del sábado.