Un año más, el clima estuvo a punto de empañar la Semana Santa de Bercianos de Aliste, que, aunque tuvo que acelerar el acto del Sermón del Descendimiento y la procesión del Santo Entierro por la inminente lluvia, pudo celebrarse sin más complicaciones.
El ritual comenzó el Sábado de Dolores con el tradicional concejo, en el que los hermanos y hermanas del pueblo se afanan en limpiar las calles y prepararlo todo para sus días grandes. A las labores de limpieza y acondicionamiento les siguió, como viene siendo habitual, una popular comida en la Casa de Concejo o Teleclub a la que asistió casi todo el pueblo.
Ya por la tarde, los cofrades se dirigieron a la iglesia de San Mamés para presenciar el pregón de María Pilar Panero García, antropóloga y especialista en ritos religiosos ancestrales como el de nuestro pueblo. Su sermón fue clarificador y emotivo, con menciones a las primeras veces que la vallisoletana visitó Bercianos y quedó impresionada con cómo celebramos la Pasión de Cristo.
El Domingo de Ramos tuvo lugar la procesión de los Ramos y la eucaristía, bajo un sol amable que no volvería a salir hasta prácticamente una semana más tarde.
El Miércoles Santo, el mayordomo y sus familiares se hicieron cargo de montar y decorar el Monumento, el altar donde se adora al Santísimo durante el Jueves y Viernes Santo. Su aspecto se mantiene en secreto hasta la misa del día siguiente.
El Jueves Santo la procesión de la Carrera volvió a llevar las capas pardas hasta lo alto del Calvario, en un desfile en el que el canto del Miserere durante el recorrido, y de Las Cinco Llagas al llegar a las tres cruces junto al cementerio, son los grandes protagonistas. Esa noche también se celebró la Hora Santa, silenciosa y solemne como todos los años.
Y llegó el Viernes Santo. La lluvia hizo acto de presencia a intervalos durante todo el día, por lo que, en el Sermón del Descendimiento, el párroco se saltó el sermón propiamente dicho y fue directo al desenclavo de Cristo de la Cruz. La procesión del Santo Entierro también fue más rápida de lo habitual, debido a las inclemencias del tiempo, y los cofrades se apresuraron a resguardarse en el templo en los últimos metros del recorrido.
Por la noche, la lluvia también empañó ligeramente la procesión de la Soledad, uno de los rituales más queridos por los vecinos del pueblo, aunque no impidió que el Stabat Mater impregnara las calles a oscuras con su emotividad y las velas que portaban los cofrades.
El Domingo de Resurrección salió el sol, como no podía ser de otro modo tratándose de este día tan importante, y la procesión del Encuentro se celebró con normalidad, con los hombres llevando al Cristo Resucitado por las calles del pueblo, y las mujeres acompañando a la Virgen por otras distintas, hasta encontrarse ambas comitivas en el centro de la localidad.
Con todo, fue una Semana Santa más en Bercianos, que contó, de nuevo, con la visita de numerosos vecinos de otros puntos de Zamora y más allá, de curiosos y de autoridades. En esta ocasión, fue el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Mañueco, quien participó en la procesión de las capas pardas con el resto de la comitiva.
Así recogieron los medios la Semana Santa 2025 en Bercianos de Aliste: